Fondo de Recuperación Europeo
La grave situación en la que la pandemia del covid-19 puso a Europa hizo posible la puesta en marcha de la solidaridad europea como nunca antes. Se creó el fondo de rescate tras cinco días de cumbre en los que la gravedad de la pandemia presionaba para llegar a un acuerdo común que proporcionase a todos los países, especialmente a los más vulnerables, un apoyo macroeconómico necesario en una profunda crisis supranacional como la del momento actual.
El fondo nace como algo de carácter temporal con caducidad en 2026 cuya función es amortiguar en la medida de lo posible la grave crisis originada por el coronavirus.
El Banco Central Europeo, que alerta hace tiempo de carencias en la zona euro, ha visto en este fondo de recuperación algo que si bien no es exactamente lo que cubre todas estas carencias, se acerca mucho. Es por este motivo por el que el BCE aboga por la posibilidad de que la Unión Económica y Monetaria lo tome como una lección de la que aprender para disponer de una capacidad fiscal permanente que favorezca la estabilización macroeconómica ante futuras posibles crisis profundas.
El BCE considera un “desperdicio”, que una vez conseguido el acuerdo de los Veintisiete y descubierta la utilidad de esta nueva herramienta fiscal, esta tenga fecha de caducidad. Su apuesta es que la respuesta europea que califica de “ambiciosa y acorde con el desafío al que se enfrenta el continente”, debería haber llegado para quedarse como una herramienta anticrisis a nivel supranacional y no solo para cubrir las necesidades temporales generadas por el Covid-19.
Grecia, España e Italia entre los más beneficiados
En España estaremos especialmente atentos a este asunto puesto que según palabras de BCE, el fondo “asegura un mayor apoyo macroeconómico a los países más vulnerables”, especialmente a los del Sur. “Grecia será el mayor beneficiario neto respecto al PIB, pero España e Italia, que se espera estén entre los más golpeados tanto en fallecidos [por el virus] como económicamente, también recibirán un cuantioso apoyo fiscal”.
Esta respuesta sin precedentes del BCE hace que afrontemos esta crisis de manera diferente a la del 2008. Esperamos, por tanto, que tanto como país como de manera individual, cada uno en nuestro ámbito, nos veamos beneficiados de esta nueva herramienta anticrisis.